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Los mayores de nueve residencias y centros de día de Bizkaia y Araba se unen a la iniciativa ciudadana #Harriak para sensibilizar sobre la importancia del medio ambiente

Residencia de ancianos. Residencia para mayores y tercera edad en Bilbao Bizkaia y Vitoria Gasteiz Araba
  • Harriak es un juego que arrasa en las redes sociales, consistente en pintar piedras, esconderlas y dar pistas para que otras personas las puedan buscar, encontrar y, a su vez, volver a esconder.
  • Las personas mayores de IMQ Igurco aprovecharán la iniciativa para promover con sus piedras la defensa del medioambiente y el respeto a la naturaleza.

 

La participación de las personas mayores en los movimientos ciudadanos a través de las redes sociales es una tendencia cada vez más consolidada, así como su presencia en iniciativas que promueven valores como la defensa del medio ambiente y el respeto a la naturaleza. Un buen ejemplo de esto lo constituyen las personas mayores de nueve residencias y centros de día de Bizkaia y Araba, todos ellos, gestionados por IMQ Igurco. Los residentes y usuarios de estos centros se han animado a participar en el juego de piedras #Harriak, que causa furor en las redes sociales, tomando como leitmotiv la sensibilización de la sociedad con respecto a la necesidad de cuidar el medio ambiente.

Así, en vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio, decenas de piedras pintadas por personas mayores de las residencias vizcaínas de IMQ Igurco Bilbozar y Zorrozgoiti (Bilbao), Orue y José M.ª Azkuna (Amorebieta), Unbe (Erandio) y de la alavesa de IMQ Igurco Araba, así como de los centros de día de San Adrián, Bilbozar y Zorrozgoiti (en Bilbao) y los de Estartexte Leioa, Aiboa Getxo, Plazakoetxe Galdakao, y Ondarroa, en el territorio histórico de Bizkaia, serán escondidas en las inmediaciones de cada dispositivo asistencial, con el fin de que otras personas las puedan buscar, encontrar y compartir.

Las piedras serán fotografiadas antes de esconderlas y se subirán a las redes sociales con pistas del entorno en el que serán ocultadas. A veces, se utilizará una foto de la piedra delante de la zona que se va a emplear para esconderla. Asimismo, los posts de redes sociales se acompañarán de un hashtag (#) que incluirá el nombre de la zona en la que se esconde la piedra, como por ejemplo, #HarriakBilbao.

Según explica María Urroz, directora de la residencia foral IMQ Igurco Zorrozgoiti, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, «desde nuestra residencia nos hemos animado a unirnos a esta iniciativa aprovechando la próxima celebración del Día Mundial del Medio Ambiente. Si podemos compartir nuestros valores y respeto por la tierra con las nuevas generaciones es algo que nos va a hacer sentir a todos muy bien. No sólo a las personas mayores que las han pintado, sino a todas y cada una de las personas que las van a buscar, encontrar y volver a esconder. En total, solo en nuestro centro hemos pintado 37 piedras que iremos dejando por las inmediaciones de la residencia, en el barrio bilbaíno de Zorroza, a lo largo de este mes de junio. Nos hace mucha ilusión tomar parte en las actividades del barrio y que nos conozcan por promocionar los valores medioambientales».

El juego de las piedras pintadas surgió a partir de una familia de Badajoz que aprovecha los días de mal tiempo para pintar piedras con el fin de, posteriormente, los días de buen tiempo, salir a esconderlas para que otras personas las encuentren, disfrutando del aire libre. Desde hace varios meses, la iniciativa ha cobrado tanto auge en las redes sociales que se han creado en Euskadi numerosos grupos comarcales en Facebook en los que se comparten fotos y pistas de las piedras pintadas en cada zona. Convirtiéndose este juego familiar en uno social que empezó implicando a los peques y hoy ha terminado involucrando finalmente a los más mayores.

Que esas piedras con mensaje (y esperanza) no paren de rodar y sirvan tanto para inculcar el respeto por el medio ambiente como para visibilizar a nuestras y nuestros mayores. Porque jugar no es sólo cosa de niños.